Un Aula para Sentir

 Ya sabéis que cuando se habla de sensibilización y visibilidad nosotras tenemos siempre los OÍDOS bien atentos y que nos encanta difundir prácticas innovadoras, funcionales y replicables; por eso la entrada de hoy quiere eliminar el RUIDO, para que pongamos el cartel de "SILENCIO, SE APRENDE". Con ese título nuestr@s compañer@s del Equipo Específico de Deficientes Auditivos de Cáceres llevan dos años trabajando en un proyecto de innovación sembrando la provincia de Aulas Silenciosas.   Este proyecto parte de la reflexión sobre los perjuicios del ruido sobre todas las personas, no centrándose sólo en el alumnado que ellos atienden. Y es que hacen una distinción importante entre sonido y ruido, siendo este último un tipo de sonido desagradable que solemos encontrar de manera habitual en los centros educativos y que provoca, entre otras cosas, disminución de la atención y la concentración y necesidad de elevar la voz pudiendo afectar al aparato fonador. A partir de esta premisa

 Como ya sabéis el 2 de abril "Día mundial de Concienciación del Autismo" es una fecha destacada en este Aula para Sentir, por el que (independientemente de las circunstancias, confinamiento incluido) hemos compartido nuestras propuestas e ideas para dar a conocer entre la comunidad educativa este trastorno. Para toda la gente nueva, que nos alegra decir que hay mucha, deciros que en la pestaña de Celebraciones tenéis recogido todo lo que hemos hecho en nuestros centros por el Día del Autismo a lo largo de estos años. Y de repente, sin darnos cuenta... 2024. 6 cursos desde que se abrió la puerta de este aula y puede parecer que ya lo hemos trabajado todo... Pero NO. Este 2024 queremos ir un poco más allá en la sensibilización sobre el autismo, centrándonos no tanto en el trastorno, sino en la PERSONA con su trastorno. Para ello, el material central que os presentamos hoy y que vamos a utilizar en la semana del 2 al 5 de abril es el cuento: " Bet y el TEA" de Anna G

 ¡¡Feliz 2024!! El cambio de año, en muchas ocasiones, está lleno de rituales para pasar de manera adecuada al año nuevo: tomar las 12 uvas, llevar puesta ropa de color rojo, brindar con algo de oro en la copa, apuntarse al gimnasio y... COMPRAR UNA AGENDA.  Hay que reconocerlo, tod@s buscamos en enero llegar a ser nuestra mejor versión y para ello intentamos establecer propósitos, fijarnos unas metas y ser más organizados. Por esa razón recurrimos a las agendas ya que como establece su definición en latín, agenda: cosas que se han de hacer.  Y es que nosotras somos muy de planificadores y de listas de tareas, ya que nos ayudan mucho a poner en orden estas cabecitas locas. Por éso, porque son tan necesarias para los adultos, ¿cómo no lo van a ser para l@s niñ@s, y más aún si tienen dificultades en funciones ejecutivas? Sin embargo nos sorprenden razonamientos de compañer@s del tipo: mi alumno no necesita agenda porque entiende todo lo que le digo, sabe leer el horario, no le afectan lo